Quisiera ser lo más objetivo posible, así que no diré que el del Sábado pasado fue el concierto de mi vida, pero casi. Era la primera vez que los SLF se acercaban hasta tierras catalanas para tocar. Nunca en la historia habían tocado aquí, y tuvieron que hacerlo 32 años después que el punk estallara, simultáneamente, en su pleno esplendor, tanto en Inglaterra como los Estados Unidos.El concierto no estaba a petar, pero hubo una entrada muy generosa. Entre el público había de todo, skins, punks, ex-skins, ex-punks, hardcore kids, indies y gente amante de la música, en general. Lo que menos extrañaba era la media de edad. Casi todo el mundo rozaba la edad de Jake Burns. A pesar de todo, el pogo estuvo asegurado. Sobretodo en canciones como Alternative Ulster, Listen, Fly The Flag, etc. En otros temas no hubo pogo, solo puños al aire reivindicando el espíritu punk, el que aún sigue vivo en cada uno de los que llenaban la platea de la sala.
No me caió la lagrimita de milagro, Stiff Little Fingers fueron un icono para una generación. Nunca ocuparon charts, ni estuvieron rulando por el mundo, ni sonaron como lo hicieron sus compañeros, The Clash. Quienes no son irlandeses, sinó ingleses. Ahora que el conflicto en el Ulster vuelve a estar presente, Stiff Little Fingers estuvieron aquí para explicarlo. Por eso cerraron en concierto con Alternative Ulster, todo un himno, un pedazo de historia.
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